Nacionalidad: Estados Unidos
Director: Todd Solondz
Reparto: Paul Reubens, Ally Sheedy, Allison Janney, Ciarán Hinds, Chris Marquette, Shirley Henderson, Gaby Hoffmann, Charlotte Rampling
Guión: Todd Solondz
Fotografía: Edward Lachman
Sinopsis: Trish está divorciada de su marido Bill, encarcelado por pedofilia, y está a punto de volver a casarse con Harvey, que será un padre “normal” para sus dos hijos. Cuando Bill sale de la cárcel y los chicos conocen a su futuro padrastro, la familia deberá decidir entre el perdón y el olvido. La hermana de Trish, la virginal y angelical Joy, huye de los fantasmas de antiguos amantes. Alejada de su degenerado marido Allen y de su trabajo en un correccional de Nueva Jersey, deja un rastro de escándalos a su paso. En definitiva todos luchan por encontrar un lugar en este mundo voluble e impredecible, siempre con las sombras del pasado infectando el presente y el futuro de sus vidas, que atraviesan momentos complicados. No en vano, estamos en tiempos de guerra.
"Posiblemente suponga un valiente e interesante logro para su director, pero definitivamente es un aburrimiento sin corazón para la audiencia. (...) Puntuación: ** (sobre 5)" (Andrew Male: Empire)
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"Solonz se lo sigue montando de cínico y de excesivo, de profesional de la parodia sobre traumas de la clase media. Parte del público le sigue riendo las gracias. Yo no se la pillo por ningún lado a este prescindible provocador." (Carlos Boyero: Diario El País)
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"Tal y como se esperaba (...) Historia de una intensidad abrumadora entre personajes descatalogados." (E. Rodríguez Marchante: Diario ABC)
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"Es la película más descaradamente triste de la filmografía de Solondz: también es la más sutil y la que por fin revela que, bajo el aparente misántropo, se escondía en realidad un humanista" (Jordi Costa: Diario El País)
No he visto todas las pelis de Solondz, pero entre las que sí, a mí también me parece esta la más triste... Hasta ese humor cruel que se gasta a veces, queda suavizado por esa tristeza y a veces amargura de unos personajes que parecen acabados ya desde el comienzo. La gente traída de “Happyness” llega cansada a esta historia. Sin futuro, con un aparente presente que en realidad es solo un pasado volviendo una y otra vez para asegurarse de que nada pueda ser diferente a lo que fue. Esa niña pastillera que recibe clases de karaoke (como los demás, le pone voz a un fondo ya prefabricado…) es un pequeño ejemplo de cómo les va la vida a los demás, o de cómo cree Solondz que nos va al resto... Aunque yo no soy de New Jersey, conste…
ResponderEliminarEn todo caso, no me parece un provocador por deporte, como dicen algunos provocadores por deporte; tiene la extraña e inquietante cualidad de proponer personajes sin juzgarlos. Los “monstruos” tienen sentimientos y los "normales" tienen mucha sombra... O quizá es que juzga a todos. Y con esa mirada nadie libra, eso seguro…
No me quedo con la idea de que todo vale -podría entenderse así, en cierto modo-, mas bien que valen menos cosas de las que habitualmente aceptamos. Desde la normalidad.